Activistas, poetas y escritoras han expresado su preocupación por la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de desaparecer el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) y fusionarlo con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI). La medida, parte del "Plan C", busca reducir la dispersión de recursos públicos y centralizar las actividades relacionadas con la preservación de lenguas indígenas.
Yásnaya Aguilar, lingüista y activista ayuujk, subrayó que el porcentaje de hablantes de lenguas indígenas ha disminuido drásticamente en México debido a políticas agresivas implementadas a lo largo de la historia. Actualmente, solo el 6.1% de la población habla una lengua indígena.
El INALI, creado para preservar y desarrollar las lenguas indígenas, enfrenta la posibilidad de ser reducido a una pequeña oficina dentro del INPI. Activistas temen que esta fusión no fue consultada adecuadamente con las comunidades indígenas, violando así sus derechos. La desaparición del INALI podría afectar la preservación de lenguas en peligro de extinción, como el kiliwa, el pálago y el cucapá.
El director del INALI, Juan Gregorio Regino, advirtió que la fusión podría eliminar un espacio crucial para avanzar en la construcción de un Estado pluricultural, como establece el artículo segundo de la Constitución. La comunidad académica y defensores de los derechos indígenas continúan luchando para que se respeten y preserven las lenguas y culturas ancestrales de México.
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