Miércoles, 26 de junio de 2024
Airbus ha anunciado un recorte en sus metas de entrega de aviones para el año 2024, ajustando la cifra de aproximadamente 800 a 770 unidades, además de postergar su objetivo de incrementar la producción a 75 aviones de fuselaje estrecho mensuales de 2026 a 2027. Esta revisión viene en un momento complicado para el mayor grupo aeroespacial europeo, que también enfrenta gastos adicionales de 900 millones de euros en varios de sus programas espaciales.
Guillaume Faury, presidente ejecutivo de Airbus, expresó durante una conferencia con analistas que la empresa atraviesa un período desafiante. “En este momento nos enfrentamos a dificultades; tenemos que hacer de tripas corazón”, afirmó Faury.
La revisión de los objetivos llega tras informes de nuevos retrasos en la producción, exacerbados por una escasez aguda de piezas esenciales. Según fuentes de la industria, Airbus ha agotado cualquier margen adicional para cumplir con sus entregas tras no alcanzar las metas internas en los primeros cinco meses del año y enfrentarse a una tasa de entrega insuficiente en junio.
La industria aeroespacial sigue lidiando con las secuelas de la pandemia, que debilitó las finanzas de muchos proveedores y complicó la recontratación de trabajadores y la estabilización de los suministros. Faury también mencionó que el suministro de motores para la familia de aviones de fuselaje estrecho A320, el modelo más vendido de Airbus, se ha deteriorado significativamente, lo cual es un factor clave detrás del recorte de las previsiones de producción.
El déficit en el suministro de motores afecta a los dos proveedores principales de la familia A320neo: Pratt & Whitney, una filial de RTX, y CFM International, una empresa conjunta de GE Aerospace y la francesa Safran. Hasta el momento, ninguno de los proveedores ha emitido comentarios al respecto.
Faury sugirió que las disputas en curso sobre compensaciones podrían llevar a los proveedores a enfrentar consecuencias significativas por cualquier retraso adicional, lo que aumenta la tensión en la ya compleja situación que enfrenta Airbus en sus operaciones globales.
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