El Kremlin ha acusado al gobierno de Joe Biden de generar la atmósfera que permitió el intento de asesinato del ex presidente Donald Trump, ocurrido durante un mitin en Pensilvania. A pesar de esto, Rusia descartó que la administración estadounidense estuviera directamente involucrada en el atentado.
Trump sufrió un disparo en la oreja derecha en el ataque, actualmente investigado como un intento de asesinato. El agresor, identificado como Thomas Matthew Crooks, fue abatido por las fuerzas de seguridad, y aún se desconoce su motivo.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló: "No creemos que el intento de eliminar y asesinar a Trump haya sido organizado por las autoridades actuales, pero el ambiente en torno al candidato Trump (...) provocó lo que Estados Unidos afronta hoy". Además, enfatizó que Rusia condena cualquier tipo de violencia en la arena política.
El presidente Joe Biden también condenó el ataque, afirmando que no hay lugar para ese tipo de violencia en Estados Unidos. Los comentarios de Peskov resonaron con los de algunos aliados republicanos de Trump, quienes también culparon a Biden por el ambiente de hostilidad.
Peskov añadió que, tras múltiples intentos de desacreditar y eliminar políticamente a Trump, era evidente para los observadores externos que su vida corría peligro. Sin embargo, descartó que el presidente Vladimir Putin tuviera planes de llamar a Trump tras el incidente.
Putin ha expresado públicamente su interés en las declaraciones de Trump sobre la posibilidad de poner fin a la guerra en Ucrania, aunque se mostró escéptico respecto a los detalles. En tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso aprovechó el tiroteo para instar a Washington a dejar de financiar al ejército ucraniano y enfocarse en mejorar la seguridad interna.
Las relaciones entre Rusia y Occidente han alcanzado su punto más bajo desde la Guerra Fría debido a la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú en 2022. Respecto a si el ataque podría afectar la legitimidad de las próximas elecciones en Estados Unidos, Peskov afirmó: "No nos corresponde a nosotros juzgarlo. No tenemos el menor deseo de interferir. Es un asunto de Estados Unidos".
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