China sigue avanzando hacia su objetivo de convertirse en un eje central de la cooperación comercial global, priorizando la atracción y utilización de la inversión extranjera. Reconociendo el papel crucial de las empresas con inversión extranjera en su transición económica, el gobierno chino ha implementado nuevas políticas para ampliar su apertura en áreas clave.
En una reunión ejecutiva del Consejo de Estado, celebrada a finales de junio, se decidió flexibilizar aún más el acceso a los mercados y aprovechar el gigantesco mercado chino como ventaja para atraer inversiones. Wei Jianguo, vicepresidente del Centro Chino de Intercambios Económicos Internacionales, destacó la necesidad de estabilizar la inversión extranjera y aplicar medidas adicionales para mejorar el acceso al mercado en sectores específicos.
Desde principios de 2024, China ha lanzado una serie de políticas destinadas a atraer la inversión extranjera, incluyendo normativas para fomentar el flujo transfronterizo de datos y un plan de acción para promover la participación equitativa de las empresas extranjeras en la contratación pública.
Además, los gobiernos locales han intensificado sus esfuerzos para atraer inversores foráneos. En mayo, la provincia de Guangdong introdujo incentivos para animar a las empresas extranjeras a expandir su inversión local. El mes pasado, Beijing aprobó su primera normativa especial sobre inversión extranjera.
Estos esfuerzos llegan en un momento en que la inversión extranjera directa (IED) mundial se ha mantenido moderada durante dos años consecutivos, con perspectivas desafiantes para 2024 debido al debilitamiento del crecimiento y las tensiones comerciales y geopolíticas, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
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