Huasteca Global News - 28 de enero de 2024
El comercio mundial se encuentra actualmente en medio de una situación crítica, ya que se enfrenta a una triple crisis que afecta significativamente las rutas de transporte marítimo. Esta tormenta perfecta se compone de la disrupción de las rutas en Ucrania debido a la guerra, el cierre virtual del Canal de Suez debido a los bombardeos en el mar Rojo y la drástica disminución del tráfico en el Canal de Panamá.
Jan Hoffman, jefe de la división de tecnología en la UNCTAD (Organización de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo), explicó en una rueda de prensa telemática en la sede de la ONU que el Canal de Panamá está experimentando actualmente una disminución del 36 % en el tráfico en comparación con el año anterior, y un 62 % menos que el año previo. Esta disminución se debe a la caída del nivel del agua debido a la sequía en la zona, lo que está directamente relacionado con el cambio climático.
A esta crisis se suma la tensión en el mar Rojo, por donde transita aproximadamente el 20 % de los contenedores del mundo, siendo vital para la conexión entre Europa y Asia. Actualmente, el tránsito de contenedores ha disminuido un 67 % en comparación con el año anterior. Además, los cargueros que transportan petróleo han experimentado una reducción del 77 % en comparación con el año anterior, y los que transportan gas han evitado completamente la ruta del mar Rojo desde el 16 de enero.
Esta drástica disminución en el tráfico marítimo está teniendo un impacto en los precios, ya que los puertos importantes como el de Shanghái han experimentado un aumento de precios significativo, tanto por estacionamiento imprevisto como por el mayor riesgo asumido por las aseguradoras. Por ejemplo, los precios para las navieras en Shanghái aumentaron en un 122 % en general entre diciembre y el pasado viernes, y un 256 % para los barcos que se dirigen a Europa.
Un efecto secundario no deseado del cierre virtual del mar Rojo y la disminución de la capacidad en Panamá es la prolongación de las rutas marítimas, lo que obliga a las grandes navieras a circunnavegar Suramérica o África, lo que resulta en un mayor consumo de toneladas de combustible y un mayor impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Hoffman destacó que los primeros efectos de la guerra en Ucrania ya se reflejaron en una inflación alimentaria, especialmente en los países del tercer mundo. Advirtió que si la actual crisis persiste, es probable que se produzca una mayor inflación a nivel mundial y retrasos en la cadena logística en general, similar a lo que se experimentó durante la pandemia de la COVID-19.
Con información de EFE.
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