Huasteca Global News - 16 de febrero de 2024
Damo Suzuki, el icónico segundo vocalista de la banda pionera del krautrock, Can, y fundador de Damo Suzuki’s Network, falleció el 9 de febrero en su natal Kobe, Japón. Su carrera, marcada por una constante búsqueda de innovación musical y una vida dedicada a la improvisación global, lo convirtió en una figura influyente más allá de los confines de la música.
Suzuki, quien se unió a Can reemplazando a Malcolm Mooney, fue parte esencial de álbumes emblemáticos como "Soundtracks" (1970), "Tago Mago" (1971), "Ege Bamyasi" (1972) y "Future Days" (1973). Estas obras, conocidas por su exploración musical constante y su ruptura con las formas convencionales, reflejan la filosofía de Suzuki de vivir en el momento y crear espacios sonoros únicos.
Su encuentro con Can fue fortuito, siendo descubierto mientras tocaba en las calles de Múnich, en un momento en que llevaba un estilo de vida nómada influenciado por la cultura beatnik. Esta serendipia marcó el inicio de una etapa definitoria tanto para él como para la banda.
La música de Can, según Suzuki, no se ajusta a ninguna categoría. Su enfoque estaba menos en pertenecer a una era y más en ocupar un espacio propio, algo que se refleja claramente en la canción "Mother Sky", donde la repetición y la hipnosis rítmica dan paso a la creación de nuevos universos sonoros.
Después de dejar Can, Suzuki se alejó de la música por un tiempo, pero eventualmente regresó con Damo Suzuki’s Network, un proyecto que lo llevó a improvisar con músicos de todo el mundo, valorando la actuación en vivo por encima de cualquier reconocimiento histórico.
El impacto de Suzuki y Can en la música va más allá del krautrock, influyendo en una amplia gama de artistas y géneros. A pesar de su reticencia a mantener contacto con sus antiguos compañeros de banda o a planear reuniones, la huella de Suzuki en la música es indeleble, como lo es su filosofía de vivir intensamente en el momento presente y explorar constantemente nuevos horizontes creativos.
La partida de Damo Suzuki deja un vacío en el mundo de la música, pero su legado y su enfoque único hacia la creación artística perdurarán, inspirando a futuras generaciones a explorar más allá de los límites convencionales y a encontrar su propio espacio en el vasto universo de la música.
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