Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, está programado para regresar a Butler, Pensilvania, en octubre de 2024, el lugar donde sufrió un intento de asesinato el 13 de julio de este año. En aquel evento, Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, disparó contra Trump usando un fusil AR-15, hiriéndolo en una oreja. El tiroteo resultó en la muerte de Corey Comperatore, un bombero que intentó proteger a su familia durante el ataque.
El atentado llevó a una revisión exhaustiva de la seguridad de Trump. Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto, renunció tras admitir fallas en la protección durante el incidente.
Además, Trump fue víctima de un segundo intento de atentado el 15 de septiembre de 2024 mientras jugaba golf. Ryan Wesley Routh, el atacante, se escondió con un rifle AK-47, pero fue detenido sin haber disparado.
El regreso de Trump a Butler es simbólico y refleja su determinación de continuar con su campaña a pesar de los intentos de sabotear su candidatura. Este acto también resalta las crecientes preocupaciones sobre la seguridad en eventos públicos y la protección de figuras de alto perfil.
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