Huasteca Global News - 30 de enero de 2024
Agatha Christie, conocida como la "reina del crimen", es célebre por sus novelas de misterio y asesinato que han mantenido a los lectores intrigados durante décadas. Su primera novela, "El misterioso caso de Styles", lanzada en 1920, introdujo al excéntrico detective Hércules Poirot y se originó a partir de un asesinato real en la vida.
La trama de la novela gira en torno al asesinato de Emily Inglethorp, una mujer rica con un segundo esposo sospechoso de ser el culpable. Este asesinato, arraigado en un conflicto familiar, presenta todos los elementos característicos de las obras posteriores de Christie: múltiples sospechosos, giros inesperados, pistas ocultas y una revelación impactante al final.
Sin embargo, lo que hace que esta novela sea única es su conexión con un asesinato de la vida real ocurrido en Mussoorie, una popular ciudad en las colinas del norte de India, más de un siglo atrás.
En septiembre de 1911, Frances Garnett Orme, de 49 años, fue encontrada muerta en su habitación del lujoso Hotel Savoy. Un informe post mortem reveló que había sido envenenada con ácido prúsico, un veneno a base de cianuro. Su amiga, Eva Mount Stephens, de 36 años, fue acusada del asesinato.
El caso atrajo la atención mundial debido a su singularidad, y los medios británicos lo cubrieron con detalle, titulando titulares como "Juicio por asesinato de Mussoorie" y "Misterio en el Hotel".
Ruskin Bond, un autor indio que reside en Mussoorie y ha escrito extensamente sobre la ciudad, trazó una conexión entre este famoso asesinato y la primera novela de Agatha Christie en uno de sus ensayos. Sostiene que Christie "utilizó las circunstancias del crimen" en su libro, ya que el caso fue una sensación en su época.
Este vínculo entre la realidad y la ficción agrega un elemento fascinante a la obra de Christie y muestra cómo la escritora encontró inspiración en eventos reales para crear sus intrincadas tramas de misterio.
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