El individuo, identificado como Juraj C., fue detenido tras disparar a quemarropa al primer ministro Fico en Handlová, en el centro de Eslovaquia, en mayo pasado. Fico, quien fue operado durante varias horas, se está recuperando de las heridas.
El fiscal general de Eslovaquia, Maros Zilinka, anunció que el caso se procesará como un ataque terrorista, elevando las posibles consecuencias legales. Inicialmente, el gobierno consideró el ataque como políticamente motivado por un "lobo solitario", aunque posteriormente sugirieron la posible implicación de una "tercera parte" que podría haber actuado en beneficio del atacante.
Si es declarado culpable bajo esta nueva calificación, Juraj C. podría enfrentar cadena perpetua, de acuerdo con la legislación penal eslovaca, superando la pena previa de 25 años o cadena perpetua. Según documentos judiciales, el detenido afirmó que su intención no era matar a Fico, sino herirlo debido a desacuerdos con las políticas gubernamentales, incluyendo la eliminación de una fiscalía especial y el cese de la ayuda militar a Ucrania.
Este incidente ha expuesto la profunda polarización política en Eslovaquia. Fico, una figura controvertida, regresó al poder el año pasado después de que su partido izquierdista Smer ganara las elecciones parlamentarias de septiembre con una campaña pro-Rusia y anti-Estados Unidos. Críticos temen que Eslovaquia pueda desviarse de su rumbo prooccidental y seguir el camino de Hungría bajo Viktor Orbán. Las protestas contra las medidas de Fico han sido recurrentes en la capital y otras ciudades del país.
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