Florencia, una de las joyas renacentistas de Italia, ha decidido combatir el turismo desmedido con nuevas regulaciones que incluyen la prohibición de las populares cajas para llaves de alquileres a corto plazo y el uso de altavoces por parte de los guías turísticos. Estas restricciones buscan responder a las quejas de los residentes, quienes ven cómo el elevado número de turistas afecta su vida cotidiana. Con más de 7.8 millones de visitantes solo en 2024, el Ayuntamiento aprobó un plan de diez puntos presentado por la alcaldesa Sarah Funaro, que busca preservar la habitabilidad y el patrimonio histórico de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad.
Además de las cajas para llaves y los altavoces, la nueva normativa limitará el uso de vehículos turísticos, como carritos de golf, en las áreas restringidas al tráfico. Este conjunto de medidas forma parte de un esfuerzo más amplio por parte de Florencia para convertirse en una “ciudad viva y única” tanto para turistas como para habitantes, en un momento en el que otras ciudades icónicas como Venecia y Pompeya también están estableciendo límites de afluencia.
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