El alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, confirmó este jueves el hallazgo de siete cuerpos en su demarcación, además de tres más en otros puntos de Morelos, lo que refleja el recrudecimiento de los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado. Urióstegui destacó que la violencia que ocurre en Sinaloa tiene repercusiones en todo México, ya que los grupos criminales están disputando territorios a nivel nacional.
Los cuerpos fueron encontrados en distintas zonas de Morelos, incluidos siete en el norponiente de Cuernavaca y tres en otras áreas como la autopista hacia Burgos y el Cañón de Lobos. Los cadáveres presentaban señales de violencia extrema.
El gobernador interino de Morelos, Samuel Sotelo, atribuyó los crímenes a conflictos entre cárteles, descartando que estén relacionados con el reciente cambio de gobierno tras la elección de Margarita González Saravia como gobernadora. Sotelo también reconoció la presencia de grupos delictivos como La Familia Michoacana en la entidad y advirtió que algunas bandas que operaban en Guerrero se han desplazado hacia Morelos.
Este hallazgo se produce en un contexto de creciente inseguridad en la región, donde incluso la empresa Coca-Cola Femsa cerró temporalmente sus operaciones en Puente de Ixtla debido a la violencia y el secuestro de cuatro repartidores, un hecho presuntamente vinculado al crimen organizado.
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