HUASTECA GLOBAL NEWS- 29 AGOSTO 2024
Un preocupante caso en España ha encendido el debate sobre el uso indebido de la Ley Trans, luego de que un hombre, condenado por violencia machista, cambiara de género para evitar la prisión y continuar acosando a su ex pareja. La mujer, víctima de violencia física y psicológica durante años, relata el terror que vive a diario al enfrentarse a un agresor que, al registrarse legalmente como mujer, ha logrado eludir las consecuencias de sus acciones.
El agresor, padre de dos hijos con la víctima, fue condenado a 15 meses de prisión en 2019 por quebrantamiento de condena y amenazas, tras haber violado varias órdenes de protección. A pesar de la sentencia, el hombre solicitó un indulto que le permitió evitar el ingreso en prisión, y poco antes de que se le ordenara cumplir su condena, cambió formalmente su género en el Registro Civil. Este cambio complicó el proceso judicial, ya que el caso fue trasladado del Juzgado de Violencia de Género a uno ordinario, lo que ha dejado a la víctima en una situación de desprotección.
El abogado de la mujer, José Antonio Sires, denuncia la falta de medidas efectivas para proteger a su cliente, quien ha seguido siendo acosada y agredida por su ex pareja incluso después de la modificación de género. La última agresión ocurrió el 9 de julio de 2023, cuando el agresor la sorprendió en su hogar, golpeándola violentamente.
El caso pone en evidencia los desafíos legales que surgen cuando se abusa de leyes diseñadas para proteger derechos fundamentales, como la Ley Trans. Aunque la ley establece que las agresiones machistas denunciadas antes del cambio de sexo deben juzgarse bajo la ley de violencia de género, la situación cambia si la agresión ocurre después de la modificación, lo que implica que los agresores pueden evitar penas más severas.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha asegurado que se tomarán medidas para perseguir a quienes cometan fraude de ley utilizando la Ley Trans, enfatizando que estos casos son excepcionales. Sin embargo, para la víctima, el miedo y la falta de protección continúan siendo una realidad cotidiana, mientras se enfrenta a un sistema judicial que, en este caso, ha fallado en brindarle la seguridad que necesita.
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