HUASTECA GLOBAL NEWS- 27 AGOSTO 2024
En las remotas áreas de la Sierra de Puebla, el robo de combustible sigue siendo una amenaza persistente para la seguridad y la economía local. Los huachicoleros, expertos en extraer hidrocarburo de forma ilegal, han desarrollado métodos sofisticados para evitar ser detectados por las autoridades. Entre estas tácticas, destaca el uso de cohetes para alertar a los delincuentes de la llegada de las fuerzas de seguridad.
La Base de Operaciones Catalina de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) se enfrenta a un complejo desafío en su misión de patrullar el poliducto Tuxpan-Azcapotzalco, que atraviesa la Sierra de Puebla. Con una longitud de 311 kilómetros, el ducto es crucial para el suministro de combustibles en el país y, lamentablemente, una de las principales rutas de ordeña ilegal. Desde 2019, los elementos navales han patrullado 179 kilómetros del ducto, logrando localizar e inhabilitar 605 tomas clandestinas.
Cada día, los marinos se preparan para enfrentarse a grupos delincuenciales organizados, frecuentemente formados por familias que operan en la clandestinidad. Estos delincuentes utilizan bidones y pipas para almacenar y transportar el combustible robado. Dado el terreno accidentado y la falta de acceso vehicular, los patrullajes deben realizarse a pie, atravesando campos y sorteando barro, además de utilizar drones y helicópteros para la vigilancia aérea.
Un desafío significativo en esta lucha es el sistema de alerta temprana utilizado por los huachicoleros. Cuando los marinos están en ruta, los pobladores locales a menudo advierten a los delincuentes mediante el lanzamiento de cohetes, que permiten a estos escapar antes de que los oficiales lleguen al lugar. La Semar ha identificado que los cohetes son disparados incluso antes de que el personal militar salga de la base, facilitando la evasión de los criminales.
A pesar de las estrategias implementadas, como el despliegue de bases de operaciones móviles y el uso de tecnología avanzada para detectar variaciones en la presión del ducto, el impacto en la reducción de la incidencia delictiva ha sido limitado. Hasta la fecha, en 2024 se han asegurado más de 46 mil litros de combustible, un aumento considerable respecto a los 26 mil 620 litros asegurados en 2023.
En un reciente operativo en las localidades de Venta Chica y Venta Grande, se logró asegurar una toma clandestina, donde los delincuentes usaban artefactos de manufactura artesanal para sustraer el hidrocarburo. A pesar de los esfuerzos de la Semar, la captura de personas involucradas en estos delitos sigue siendo baja. Desde 2022, se han asegurado 605 tomas clandestinas, 11 mil 539 metros de manguera, 53 vehículos, 206 contenedores, y más de 74 mil litros de hidrocarburo, pero solo se han capturado a tres personas.
La lucha contra el huachicoleo continúa siendo una batalla difícil, con desafíos que van desde la evasión de las autoridades hasta la falta de avances significativos en la reducción del crimen.
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