HUASTECA GLOBAL NEWS- 04 SEPTIEMBRE 2024
Una gigantesca nube tóxica cubre varias ciudades de Bolivia, producto de los incendios forestales que llevan días fuera de control en el país. Esta situación ha generado serias preocupaciones sobre la salud pública, ya que cientos de miles de personas están expuestas a la mala calidad del aire.
Las densas capas de humo, causadas en parte por los incendios en la Amazonia brasileña, han alcanzado grandes áreas de Bolivia, incluyendo la capital, La Paz. El gobierno ha emitido alertas por los altos niveles de contaminación, advirtiendo que la calidad del aire ha alcanzado niveles peligrosos.
Alerta por la Mala Calidad del Aire
En La Paz, la calidad del aire se ubicó en 188 puntos en una escala de 300, lo que se considera como "muy malo" según los estándares ambientales. Mientras tanto, en Santa Cruz, la región más afectada por los incendios, la calidad del aire se registró en 61 puntos, calificado como “regular”. Sin embargo, a pesar de la calificación moderada en Santa Cruz, la nube tóxica representa una amenaza seria para los residentes, especialmente para los más vulnerables, como niños y ancianos.
El Ministerio de Defensa de Bolivia confirmó que las corrientes de aire han arrastrado humo desde la Amazonia brasileña, exacerbando la crisis ambiental en el país. Actualmente, 20 ciudades bolivianas están registrando focos de incendios activos, con 14 de ellos localizados en el departamento de Santa Cruz, una región agrícola clave que también ha experimentado un aumento en las temperaturas en los últimos años.
La Deforestación y el Cambio Climático, Factores Clave
Los incendios forestales en Bolivia no son un problema nuevo. En 2019, la región de Chiquitania experimentó una devastadora pérdida de 5 millones de hectáreas debido a incendios, lo que equivale a toda la superficie de Costa Rica. Alcides Vadillo, director regional de la Fundación Tierra, señaló que el cambio climático y las acciones humanas, como la técnica agrícola de roza y quema, están contribuyendo significativamente a esta crisis ambiental. En los últimos 20 años, alrededor de 8 millones de hectáreas han sido deforestadas en el departamento de Santa Cruz.
Vadillo explicó que las temperaturas en la región han aumentado de manera alarmante. En las últimas cuatro décadas, el promedio de temperatura en Santa Cruz ha crecido en 1.1 grados centígrados, casi el doble del promedio mundial, que es de 0.6 grados centígrados. Este calentamiento ha intensificado la frecuencia y magnitud de los incendios forestales, agravando los efectos del humo y la contaminación en la población.
Impacto en la Salud y las Respuestas de Emergencia
El impacto en la salud ya es evidente. José Rojas, un paciente hospitalizado, comentó que “hay un humo fuerte debido a la práctica agrícola de tala y quema. Esto está llegando a la ciudad y se puede sentir que el clima es diferente”. Los hospitales están viendo un aumento en los casos de enfermedades respiratorias, especialmente entre las personas con condiciones preexistentes.
Las autoridades locales y organizaciones de salud están trabajando para controlar la situación, pero la magnitud de los incendios y la extensión del humo hacen que la tarea sea difícil. Equipos de emergencia continúan luchando contra los focos de fuego, mientras que las autoridades han emitido recomendaciones para que la población evite actividades al aire libre y utilice mascarillas para reducir la exposición al aire contaminado.
Medidas para el Futuro
Este devastador escenario ha servido como un recordatorio de la urgencia de adoptar medidas más estrictas de prevención y control de incendios, así como de abordar los problemas de fondo relacionados con el cambio climático y la deforestación. Los expertos insisten en que es necesario un enfoque integral para mitigar los efectos del calentamiento global y proteger las áreas forestales que siguen siendo cruciales para el equilibrio ambiental del país.
Con la temporada de incendios aún en curso, la preocupación sigue creciendo. La comunidad internacional ha comenzado a ofrecer apoyo, pero será necesario un esfuerzo concertado a nivel local, nacional e internacional para enfrentar y prevenir futuras catástrofes ambientales en Bolivia.
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