HUASTECA GLOBAL NEWS- 28 AGOSTO 2024
En medio de la devastadora situación en la franja de Gaza, Ines al-Gul, una ingeniera agrónoma de 50 años, ha creado un sistema de desalinización casero que provee agua potable a su comunidad en Jan Yunis, al sur de Gaza. Utilizando materiales recuperados y técnicas sencillas, al-Gul ha desarrollado un mecanismo que condensa el agua salada en agua potable mediante la evaporación y filtración a través de carbón activado, todo sin necesidad de electricidad.
Este sistema es especialmente vital en un contexto donde, según Oxfam, la cantidad de agua disponible en Gaza se ha reducido en un 94% debido al conflicto actual, dejando a los residentes con apenas 4.74 litros por persona al día, significativamente menos del mínimo recomendado para situaciones de emergencia.
El dispositivo de al-Gul, que no requiere de energía eléctrica, aprovecha la abundante luz solar de la región, siendo una solución sustentable ante la paralización de la única central eléctrica de Gaza y la destrucción de infraestructura clave. La escasez de agua, exacerbada por infraestructura de saneamiento deficiente y la sobreexplotación de la reserva freática, ha hecho que la mayoría de las aguas subterráneas en Gaza estén contaminadas y tengan alta salinidad.
En un refugio para desplazados, donde al-Gul instaló su sistema, varias familias se congregan para llenar botellas de agua, subrayando la alta demanda y la importancia crítica de este invento. Sin embargo, la situación sigue siendo precaria con constantes bombardeos, lo que pone en riesgo continuo a los residentes y a innovaciones como la de al-Gul.
La acción de al-Gul no solo alivia la sed de sus vecinos, sino que también representa un acto de resistencia y resiliencia, proveyendo una solución ingeniosa a una de las muchas crisis humanitarias que enfrenta Gaza.
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