La Selección Mexicana fracasó nuevamente en la Copa América 2024, evidenciando la falta de renovación del plantel bajo la dirección de Jaime Lozano. El prometido cambio generacional quedó en un mero espejismo, con una mínima participación de jóvenes talentos en el torneo.
De los cinco jugadores más jóvenes seleccionados por Lozano, solo César 'Chino' Huerta y Santiago Giménez vieron acción en la cancha. Huerta, de los Pumas, acumuló apenas 84 minutos en los encuentros contra Venezuela y Ecuador, mientras que Giménez, delantero del Feyenoord, disputó los tres partidos de la Fase de Grupos ante Jamaica, Venezuela y Ecuador, sumando un total de 227 minutos.
Otros jóvenes como Jesús Orozco (Chivas), Bryan González (Pachuca) y Marcelo Flores (Tigres) no tuvieron ni un solo minuto de juego, quedando relegados al banquillo durante todo el torneo. Estos jugadores, con edades entre 20 y 22 años, eran considerados piezas clave para la tan esperada renovación del Tri, pero su falta de participación dejó dudas sobre la gestión de Lozano.
A pesar de la eliminación temprana y las críticas por la falta de minutos para los jóvenes, cuatro de los jugadores más veteranos del equipo disputaron todos los partidos de la Fase de Grupos: Julio González (33 años), Guillermo Martínez (29 años), Luis Chávez (28 años) y Orbelín Pineda (28 años). Esto contrasta fuertemente con la ausencia de jugadores como Guillermo 'Memo' Ochoa, Andrés Guardado, Rodolfo Cota, Héctor Moreno, Néstor Araujo, Raúl Jiménez y Rogelio Funes Mori, quienes anteriormente elevaban la edad promedio del equipo.
Lozano también dejó fuera a tres jóvenes promesas de menos de 23 años: Víctor Guzmán (Monterrey), Jordan Carillo (Santos Laguna) y Andrés Montaño (Mazatlán). Esta decisión subraya la inconsistencia en la estrategia de renovación del Tri, que ahora enfrenta un futuro incierto de cara al Mundial de 2026, donde México será coanfitrión.
La falta de oportunidades para los jóvenes talentos en el Tri plantea serias interrogantes sobre el futuro del fútbol mexicano y la capacidad del equipo para competir al más alto nivel. Con solo dos años para preparar el Mundial, el tiempo apremia y las decisiones de hoy definirán el éxito o el fracaso del Tri en el escenario internacional.
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