Milei, quien se encuentra en su segundo viaje al extranjero desde que asumió la presidencia en diciembre, hizo esta declaración apenas descendió del avión en el aeropuerto Ben Gurión, siendo recibido por el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz.
El presidente argentino dejó claro que su intención es mudar la embajada a Jerusalén occidental como una muestra de apoyo al pueblo de Israel y para respaldar su legítima defensa frente a los desafíos planteados por el movimiento islamista palestino Hamas. Este anuncio fue bien recibido por la oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien lo interpretó como un respaldo diplomático a la reivindicación de Israel sobre Jerusalén como su capital indivisible.
Sin embargo, Hamas, que desde octubre está involucrado en un conflicto con Israel en la Franja de Gaza, rechazó enérgicamente los planes de Milei, argumentando que mover la embajada argentina a Jerusalén occidental sería una violación de los derechos del pueblo palestino y una transgresión al derecho internacional, considerando que Jerusalén es territorio palestino ocupado.
La decisión de Milei, de llevarse a cabo, convertiría a Argentina en uno de los pocos países con su principal misión diplomática en Jerusalén, uniéndose a Estados Unidos, que trasladó su embajada en 2018 durante la presidencia de Donald Trump. Actualmente, la embajada argentina se encuentra en Herzliya, cerca de Tel Aviv, donde se concentran la mayoría de las representaciones diplomáticas.
El posible traslado de la embajada argentina a Jerusalén representa un cambio significativo en la política exterior del país y podría tener repercusiones tanto a nivel nacional como internacional, especialmente en el contexto del conflicto entre Israel y Palestina.
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