HUASTECA GLOBAL NEWS- 09 OCTUBRE 2024
En 2023, los ríos del mundo registraron su año más seco en más de 30 años, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU. Este alarmante hallazgo coincide con la proclamación de 2023 como el año más caluroso registrado, así como el verano boreal más caluroso jamás documentado. Además, los glaciares que alimentan a los ríos en varios países experimentaron la mayor pérdida de masa en las últimas cinco décadas.
Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, advirtió que "el agua es el canario en la mina de carbón del cambio climático". Las señales de advertencia, que se presentan en forma de sequías, lluvias e inundaciones extremas, están afectando vidas, ecosistemas y economías en todo el mundo.
La creciente temperatura global ha alterado el ciclo hidrológico, volviéndolo "más errático e impredecible". Este fenómeno provoca sequías en algunas regiones y, en otras, inundaciones devastadoras. Actualmente, aproximadamente 3,600 millones de personas enfrentan un acceso inadecuado al agua durante al menos un mes al año, y se espera que esta cifra aumente a 5,000 millones para 2050.
El informe destaca que el sur de Estados Unidos, partes de Centroamérica y países sudamericanos como Argentina, Perú y Uruguay han sufrido condiciones de sequía generalizadas. En particular, el Amazonas y el lago Titicaca, ubicados en la frontera entre Perú y Bolivia, han experimentado los niveles de agua más bajos registrados hasta la fecha. Asimismo, la cuenca del río Mississippi registró un caudal mínimo récord.
Stefan Uhlenbrook, director de hidrología, agua y criósfera en la OMM, enfatizó que en los últimos 33 años nunca se había observado una zona tan extensa en condiciones de sequía. Aunque aún no hay datos para 2024, Uhlenbrook señaló que es "muy probable" que el verano caluroso en el Hemisferio Norte se traduzca en caudales bajos este año, anticipando más escasez de agua en diversas partes del mundo.
La disminución del agua disponible ha impactado negativamente la navegación fluvial en países como Brasil y ha contribuido a crisis alimentarias en Zimbabue y otras áreas del sur de África. Ante esta grave situación, la OMM ha instado a mejorar la recopilación e intercambio de datos para que los países y poblaciones puedan adoptar medidas adecuadas frente a esta crisis hídrica.
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