Las recientes competiciones de la Copa América y la Eurocopa han revelado una verdad que muchos fanáticos del fútbol preferirían ignorar: las carreras de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo están en su etapa final. A pesar de sus legendarias trayectorias y múltiples hazañas, el tiempo ha comenzado a cobrar factura a estos gigantes del fútbol.
En la Eurocopa celebrada en Alemania, Cristiano Ronaldo demostró estar lejos de su mejor forma. A pesar de ser el goleador en las eliminatorias, sus actuaciones en la fase final dejaron mucho que desear. El técnico español Roberto Martínez defendió su titularidad mencionando su efectividad en Arabia Saudita y su desempeño en las eliminatorias, donde enfrentó a equipos de menor calibre como Eslovaquia,
Luxemburgo, Islandia, Bosnia Herzegovina y Liechtenstein. Sin embargo, estos partidos no reflejaron el verdadero nivel competitivo que exige la Eurocopa.
Durante el torneo, Ronaldo se mostró errático y falto de precisión, fallando incluso un penalti crucial y sin lograr anotar en los cinco partidos que disputó. Su influencia en el campo fue mínima, y su presencia más un lastre que una ventaja para el equipo portugués. A diferencia del Mundial de Qatar, donde fue relegado al banquillo por el entrenador Fernando Santos, en la Eurocopa Martínez mantuvo su confianza en él hasta el final, sin obtener los resultados esperados.
Este declive no pone en duda la mentalidad, el estado físico ni la carrera de Cristiano, pero sí marca el inicio de una fase descendente desde su salida del Manchester United. Aunque seguirá activo y probablemente continuará en la selección portuguesa para las eliminatorias del Mundial de 2026, su tiempo en la élite parece estar llegando a su fin.
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