El portavoz de Hezbolá, Mohamed Afifi, falleció este jueves tras un ataque aéreo del Ejército israelí que destruyó la sede del Partido Árabe Socialista Baaz en Beirut, Líbano. Según Alí Yusef Hegazy, secretario general de esta agrupación política, Afifi estaba en el edificio al momento del bombardeo, que dejó además tres heridos y cuantiosos daños materiales.
Contexto del ataque
El bombardeo ocurrió en el barrio de Ras al Nabaa, una zona periférica de Beirut considerada parte de su área metropolitana. Según el Centro de Operaciones de Emergencia Sanitaria del Ministerio de Salud Pública, los equipos de rescate continúan removiendo escombros en busca de posibles víctimas adicionales.
El ataque fue descrito por Hegazy como parte de las "amenazas continuas" de Israel hacia Hezbolá y otros actores de la resistencia en Líbano. "Afifi no lideraba unidades armadas, sino una unidad mediática que exponía las acciones de la ocupación israelí. Su muerte es un intento de silenciar la resistencia a nivel político y mediático", afirmó.
Impacto regional y reacciones
El Partido Baaz, originariamente asociado a los gobiernos de Siria e Irak, tiene presencia en varios países del Medio Oriente y promueve una ideología nacionalista, socialista y antiimperialista. La destrucción de su sede en Beirut es vista como un acto significativo en la escalada de tensiones en la región.
Hamás, organización islamista con base en Gaza, lamentó la muerte de Afifi y destacó su papel como "una voz fuerte y desafiante de la resistencia". En un comunicado, el grupo recordó las frecuentes apariciones mediáticas de Afifi desde los suburbios de Dahye, una zona sometida a constantes bombardeos israelíes.
Este ataque ocurre en medio de un recrudecimiento de las tensiones entre Israel y Líbano, alimentado por la escalada del conflicto en Gaza y la creciente presión internacional para detener la violencia en la región.
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