Elon Musk muestra apoyo a Trump, quien se opone a los subsidios a vehículos eléctricos, mientras Tesla continúa presionando por políticas favorables al sector.
El mes pasado, Elon Musk, CEO de Tesla, ofreció su apoyo a Donald Trump en su candidatura presidencial, respaldando a un candidato que ha prometido "acabar con el mandato de los vehículos eléctricos" y reducir los subsidios que han sido clave en el crecimiento de Tesla. A pesar de su retórica contraria a las ayudas gubernamentales, Tesla sigue presionando a las autoridades en Estados Unidos para mantener los beneficios que han impulsado su éxito en el mercado de vehículos eléctricos.
En una reciente presentación ante la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Tesla instó a la administración Biden a permitir que California aplique normas de emisiones más estrictas que el resto del país, una idea que Trump rechaza abiertamente. Además, Tesla ha presionado para establecer regulaciones que prohíban la producción de la mayoría de los autos nuevos a gasolina para 2035, una postura que ha generado controversia entre los conservadores.
A pesar del apoyo de Musk a Trump, quien se opone a las regulaciones estrictas y a los subsidios para vehículos eléctricos, Tesla continúa beneficiándose de estos incentivos. Desde su fundación, la compañía ha aprovechado préstamos gubernamentales, exenciones fiscales y créditos regulatorios, acumulando miles de millones en ingresos gracias a políticas diseñadas para fomentar la transición hacia energías limpias.
El apoyo de Musk a Trump ha generado críticas, incluso entre los accionistas de Tesla, quienes ven una contradicción entre su respaldo a un candidato que amenaza la industria de los vehículos eléctricos y los intereses financieros de la empresa. A pesar de estas críticas, Musk sigue combinando un enfoque pragmático en los negocios con una retórica política que a menudo parece contradecir las acciones de su empresa.
Este apoyo a Trump y su creciente rechazo a las plataformas progresistas plantean preguntas sobre los objetivos a largo plazo de Musk, que van más allá de Tesla, abarcando sectores como la inteligencia artificial, la exploración espacial y la neurociencia.
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