HUASTECA GLOBAL NEWS- 02 AGOSTO
Durante 2023, México registró un total de 31,062 homicidios, una cifra que incluye tanto muertes accidentales como asesinatos intencionales. Esta cifra representa una disminución del 6.7% en comparación con los 33,287 homicidios reportados en 2022, según el conteo preliminar sobre Mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). A pesar de esta reducción, el promedio diario de homicidios se mantiene alarmante, con 85 muertes violentas al día.
La tasa de homicidios en 2023 fue de 24 por cada 100,000 habitantes, con una notable diferencia entre géneros: 43.1 homicidios por cada 100,000 hombres y 5.4 por cada 100,000 mujeres. La mayoría de los homicidios masculinos están vinculados a ajustes de cuentas, crimen organizado o peleas, mientras que los homicidios de mujeres se atribuyen principalmente a la violencia feminicida.
Principales causas y métodos de homicidio
El informe revela que el 70% de los homicidios en 2023 fueron cometidos con armas de fuego, lo que representa 21,507 muertes. Otros métodos comunes incluyeron agresiones con objetos cortantes (2,946) y agresiones con medios no especificados (3,502). Las agresiones por estrangulamiento o sofocación sumaron 2,165 casos, representando el 7% del total de homicidios. El 23% restante abarca agresiones con otros objetos, violencia física, sexual, químicos, envenenamientos, explosivos, fuego, negligencia y abandono.
Estados más afectados
Guanajuato se mantuvo como el estado más violento de México en 2023, con 3,746 homicidios, seguido por el Estado de México con 2,849 y Baja California con 2,642. Estos tres estados concentran cerca del 30% del total de muertes violentas del país. A pesar de ser "focos rojos" de violencia, algunos estados como Baja California Sur, Durango y San Luis Potosí mostraron caídas significativas en sus tasas de homicidios.
Desafíos y perspectivas
Aunque 21 de las 32 entidades federativas registraron una disminución en el número total de homicidios, 11 entidades experimentaron un aumento. Colima, Morelos y Baja California reportaron las tasas más altas de homicidios por cada 100,000 habitantes, con 117, 77 y 69 respectivamente. La violencia sigue siendo un desafío estructural en México, y aunque los homicidios han disminuido, queda un largo camino para garantizar una vida libre de violencia para todos los ciudadanos.
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