HUASTECA GLOBAL NEWS- 29 OCTUBRE 2024
Este 5 de noviembre de 2024, millones de ciudadanos en Estados Unidos acudirán a las urnas para elegir a su próximo presidente, pero no todos los estadounidenses podrán ejercer este derecho. Los residentes de ciertos territorios como Puerto Rico, Guam, las Islas Vírgenes y las Islas Marianas del Norte quedarán fuera del proceso de votación presidencial. ¿Por qué sucede esto?
El sistema electoral de Estados Unidos está estructurado en torno al Colegio Electoral, un mecanismo indirecto que determina al ganador de las elecciones presidenciales. En lugar de un voto directo, los ciudadanos de cada estado eligen "electores" que, a su vez, emitirán su voto en representación del estado. Este sistema se basa en la población de cada estado, lo que significa que lugares como California tienen más electores que estados pequeños como Vermont. Para ganar la presidencia, un candidato debe alcanzar al menos 270 de estos votos electorales.
Sin embargo, la Constitución de Estados Unidos limita la participación en el Colegio Electoral a los ciudadanos que viven en uno de los 50 estados o en el Distrito de Columbia, que, aunque no es un estado, posee tres votos electorales. Puerto Rico y otros territorios, al ser clasificados como “territorios no incorporados”, no cuentan con representación en el Colegio Electoral y, por lo tanto, no pueden votar en las elecciones presidenciales.
Este tema de la exclusión electoral de los territorios no es nuevo. Aunque los ciudadanos de Puerto Rico y otros territorios son estadounidenses, la Constitución no les otorga el derecho de votar en elecciones federales porque no residen en un estado. Esta restricción provoca un intenso debate sobre la igualdad de derechos y la representación política en un país donde todos sus ciudadanos deberían tener la oportunidad de influir en su liderazgo federal.
El caso de Puerto Rico, donde viven más de 3 millones de ciudadanos estadounidenses, es particularmente controversial, ya que han servido en el ejército, pagan impuestos en ciertos ámbitos y participan en la política local. Sin embargo, a nivel federal, no tienen voz ni voto en las decisiones que afectan a todos los estadounidenses. Para muchos puertorriqueños, esto representa una clara falta de igualdad y ha motivado iniciativas que buscan modificar su estatus político, desde convertir a Puerto Rico en un estado hasta lograr una mayor autonomía.
Con esta falta de representación en el Colegio Electoral, la cuestión de la igualdad de derechos sigue siendo un tema pendiente en la política estadounidense, donde millones de ciudadanos en territorios siguen sin poder influir en la elección del próximo presidente.
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