Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata a la presidencia por el Partido Demócrata en las elecciones de 2024, ha expresado su apoyo a la despenalización de la marihuana a nivel federal. En una entrevista reciente en el podcast The Breakfast Club, Harris desmintió los rumores sobre haber procesado desproporcionadamente a hombres negros por posesión de marihuana durante su tiempo como fiscal en San Francisco, asegurando que, en realidad, fue una de las fiscales más progresistas en este ámbito en California.
Harris ha defendido, en su actual cargo como vicepresidenta, la reducción de la clasificación de la marihuana en la lista de sustancias controladas, argumentando que es injusto equipararla a drogas como la heroína. Si llegara a la presidencia, se ha comprometido a trabajar para despenalizar la marihuana, reconociendo el impacto desproporcionado que las leyes actuales han tenido sobre ciertas comunidades, especialmente los hombres afroamericanos.
¿Cuál es la postura de Donald Trump?
Por otro lado, el candidato republicano Donald Trump también ha mostrado su apoyo a la legalización de la marihuana con fines recreativos para adultos. En un pronunciamiento realizado el 8 de septiembre de 2024 en su perfil de Truth Social, Trump destacó la necesidad de poner fin a los arrestos y encarcelamientos por posesión de pequeñas cantidades de marihuana. Asimismo, abogó por la implementación de regulaciones inteligentes y el acceso seguro a productos de cannabis para adultos.
Este apoyo de Trump se dio en el contexto de la votación en Florida sobre la legalización del uso recreativo de la marihuana, lo que marca una postura más moderada y favorable respecto al consumo de cannabis, en contraste con la posición tradicionalmente más conservadora de su partido en temas relacionados con drogas.
Comparación de las posturas
Mientras Kamala Harris ha destacado su trabajo previo en favor de una reforma progresista del sistema de justicia y busca la despenalización con un enfoque en la equidad social, Trump ha adoptado una postura pragmática centrada en la reducción de arrestos innecesarios y la creación de un mercado regulado para la marihuana recreativa. Aunque ambos candidatos coinciden en la necesidad de reformar las leyes actuales sobre el cannabis, sus enfoques y prioridades reflejan matices distintos en cuanto a la implementación de estas políticas.
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