El ambicioso programa Vivienda para el Bienestar, que busca construir 1 millón de viviendas en el sexenio, enfrenta grandes desafíos que podrían impactar su éxito, según un análisis de Moody's. Este programa, de lograrse, convertiría al gobierno en el principal desarrollador del país. Sin embargo, Moody's advierte de los obstáculos que deben superarse, como la creación de una empresa constructora pública y la estructuración de un esquema de financiamiento sostenible.
Uno de los retos principales será desarrollar procesos eficientes para la adquisición de terrenos a precios accesibles, especialmente en zonas urbanas con servicios esenciales. La calificadora destaca que la alta demanda de terrenos por parte del gobierno podría encarecer aún más los precios, dificultando el acceso a áreas urbanizadas.
Además, Moody's sugiere que la participación de desarrolladores privados experimentados podría ser clave para alcanzar las metas del programa, generando oportunidades para empresas inmobiliarias que colaboren en la construcción de viviendas. De implementarse con éxito, el programa contribuiría a reducir el rezago habitacional, beneficiando a millones de mexicanos sin acceso a vivienda adecuada y reactivando un sector que ha registrado una disminución constante en la construcción de viviendas desde 2015.
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