El Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido instó a sus ciudadanos a abandonar el Líbano lo antes posible, advirtiendo que la situación en el país podría deteriorarse rápidamente. David Lammy, jefe del Foreign Office, señaló que los vuelos comerciales aún están disponibles, pero que las tensiones entre Israel y Hezbolá aumentan el riesgo de una escalada del conflicto.
Las advertencias llegaron después de que Hezbolá acusara a Israel de "traspasar todos los límites" con la detonación de aparatos de comunicación, lo que resultó en la muerte de 37 personas. Además, el Ejército israelí bombardeó objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano, incrementando la incertidumbre sobre un posible conflicto abierto.
Lammy conversó con el primer ministro libanés, Najib Mikati, subrayando la necesidad de una solución negociada para restaurar la estabilidad en la región. El Foreign Office actualizó también sus recomendaciones de viaje, desaconsejando cualquier desplazamiento al Líbano debido a los riesgos crecientes.
Los ciudadanos británicos en el país fueron advertidos de que los seguros de viaje podrían quedar invalidados si se ignoran las recomendaciones del gobierno y que el apoyo consular será muy limitado en caso de una escalada.
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