Ciudad de México - Rubén Moreira, coordinador de los diputados del PRI, lanzó una fuerte crítica contra la reciente reforma que incorpora a la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). En una entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola, Moreira advirtió que esta medida podría resultar en una distorsión del modelo de seguridad y defensa en México, además de afectar gravemente los derechos fundamentales de los ciudadanos.
“Superpolicía” sin Policías
Moreira se refirió a la nueva estructura de seguridad como una paradoja: “Claudia Sheinbaum tendrá un ‘superpolicía’ al frente de la seguridad, en alusión a Omar García Harfuch, pero sin policías en sí, ya que los encargados de la seguridad serán principalmente militares”. Este comentario surge tras la aprobación del dictamen que reforma 12 artículos de la Constitución, permitiendo que la GN pase a formar parte de la Sedena.
El legislador explicó que, aunque García Harfuch podría encargarse de la inteligencia, la operación y ejecución de las tareas de seguridad recaerán en los militares. “Él se encargará de la inteligencia y la operación estará en otra parte”, sentenció Moreira. Esta separación, según él, podría socavar la efectividad y la coherencia en la gestión de la seguridad pública.
Críticas a la Reforma y el Modelo de Seguridad
Moreira expresó que la reforma no resolverá el problema de la inseguridad y criticó que podría desviar el enfoque de las tareas originales del Ejército. “La misión original del Ejército quedará desatendida si la mayoría de los efectivos se convierten en policías”, advirtió.
El coordinador del PRI también destacó la crisis de seguridad en diversos estados del país. Mencionó el aumento dramático en los homicidios en Nuevo León y la alarmante violencia en Sinaloa. En su opinión, la falta de un modelo de seguridad claro y la ausencia de un diálogo efectivo entre fuerzas políticas han contribuido a esta crisis.
“Estamos viendo un fracaso en el monopolio de la fuerza legítima, donde hay actores que tienen más poder que el Estado”, señaló. Moreira subrayó la necesidad de un gran acuerdo entre las partes para alcanzar la paz en el país y propuso posponer el debate hasta que se pueda negociar un acuerdo integral con la nueva presidenta.
Preocupaciones por Derechos Fundamentales
Moreira también expresó preocupaciones sobre el impacto de la reforma en los derechos fundamentales. “Con esta reforma quieren acabar con la presunción de inocencia”, advirtió, sugiriendo que el Ejército podría tener la posibilidad de abrir carpetas de investigación contra cualquier ciudadano, lo que podría derivar en un “derecho penal del enemigo”, donde el ciudadano es considerado un enemigo en lugar de un probable responsable.
La reforma ha generado un debate significativo sobre el equilibrio entre seguridad y derechos civiles, y las críticas de Moreira reflejan una preocupación más amplia sobre cómo las reformas pueden afectar a la población y a la estructura del Estado mexicano.
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