HUASTECA GLOBAL NEWS- 16 OCTUBRE 2024
La presidenta de México enfrenta críticas por sus comentarios sobre el incidente en el que tres civiles fueron asesinados por elementos de Sedena y Guardia Nacional.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha hecho declaraciones polémicas en respuesta al trágico asesinato de tres civiles en Nuevo Laredo, Tamaulipas, afirmando que las muertes son el resultado de agresiones dirigidas hacia las Fuerzas Armadas. Durante una conferencia de prensa, Sheinbaum destacó que los grupos delincuenciales son responsables de las agresiones contra el Ejército y la Guardia Nacional en la región, lo que ha generado descontento y preocupación por la situación de seguridad en el área.
Según la mandataria, se trató de dos incidentes separados que resultaron en la muerte de un elemento del Ejército y de una enfermera, así como de una niña. “Hay que señalar que Nuevo Laredo es el lugar donde más agresiones se registran hacia las Fuerzas Armadas”, explicó Sheinbaum, tratando de contextualizar el incidente en el marco de la violencia que enfrenta la región a manos de grupos criminales.
La presidenta aseguró que, aunque las Fuerzas Armadas están colaborando con la investigación, si se comprueba que hubo alguna mala actuación por parte de los elementos involucrados, estos serán sancionados. “En caso de que haya una mala actuación de algún elemento del Ejército o de la Guardia Nacional, serán sancionados, pero hay que esperar a las investigaciones”, añadió.
Sin embargo, sus comentarios han sido recibidos con escepticismo y rechazo. El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo ha denunciado que las muertes de los civiles, identificados como Lidia Iris Fuentes Galván (una menor de edad), Yuricie Rivera Elizalde (una enfermera) y Diego Alfredo (un joven de 18 años), fueron el resultado de una actuación desmedida por parte de las fuerzas de seguridad. La comunidad ha exigido una rendición de cuentas más efectiva por parte del gobierno.
Mientras la presidenta intentó enfatizar el contexto de la violencia en la región, muchos críticos argumentan que su enfoque minimiza el grave problema de los abusos por parte de las fuerzas de seguridad. La falta de un compromiso más firme con la protección de los derechos humanos en situaciones de conflicto ha suscitado cuestionamientos sobre la postura del gobierno ante la creciente militarización en el país.
Las investigaciones continúan y las reacciones a las palabras de Sheinbaum se extienden, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar la violencia en la región y la relación entre la ciudadanía y las fuerzas de seguridad en un contexto tan tenso como el actual.
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